Centros comerciales: agentes generadores de transformaciones urbanas y sociales
Los centros comerciales además de ser el mejor ejemplo de comercio formal y organizado, comercio que tributa y ofrece garantías de calidad, respaldo y originalidad, son los nuevos puntos de encuentro de las comunidades, constantes generadores de cultura y transformación urbana y social.
La nueva dinámica de las ciudades colombianas tiene al centro comercial como una pieza fundamental de su evolución. Hoy, los centros comerciales son parte de la vida cotidiana y cada vez más colombianos compramos en ellos. Según datos de Fenalco, alrededor del 20 % de las ventas del comercio se hacen en los centros comerciales, los cuales ya no se limitan a las grandes capitales, sino que han apostado por el desarrollo de las ciudades intermedias.
MÁS ALLÁ DEL COMERCIO
A lo largo de su historia, que apenas llega al medio siglo en nuestro país, los centros comerciales colombianos han sido polos de desarrollo y renovación urbana, verdaderos motores de cambio en las zonas donde llegan y generadores de un impacto positivo en el mejoramiento del sector, en la seguridad, en el bienestar y satisfacción de las comunidades que atienden, así como a la valorización de la propiedad inmobiliaria del sector.
Los centros comerciales han logrado trascender su rol original y convertirse en eje integrador de las actividades de los ciudadanos, pues su oferta de valor no se limita a los beneficios que proporciona la aglomeración comercial, también son espacios para el esparcimiento, la creación de tejido social y la dotación de espacio público con efectos positivos sobre el bienestar de las comunidades.
En poco más de una década, los centros comerciales Gran Plaza han demostrado que se puede trascender el rol netamente comercial y han logrado consolidarse como ecosistemas para el desarrollo económico y social de las ciudades en las que tienen presencia.
“Gran Plaza ha tenido presencia en poblaciones desatendidas. Los proyectos en el país iniciaron en ciudades intermedias: Florencia, Ipiales, Pitalito, Yopal, entre otros. Llegamos también a las ciudades principales que de alguna manera estaban desatendidas con este producto de comercio formal que ofrecemos desde la marca”, señala Andrés Felipe Sánchez, Gerente de Comercio de Pactia.
LA COMUNIDAD ES PROTAGONISTA
Los centros comerciales se han encargado de ocupar el lugar que alguna vez cumplieron en nuestras comunidades las plazas públicas, son espacios para la interacción social, las transacciones comerciales y los eventos culturales.
En la mayoría de las nuevas ciudades o barrios, el centro comercial es el punto central del territorio, el lugar más concurrido y significativo en el plano mental que el habitante se ha hecho de la localidad en la que vive. Tal importancia ha hecho preciso que en el desarrollo de este tipo de proyectos, la comunidad no sea solo un espectador del crecimiento de un gran templo para el comercio en su territorio, sino un actor principal durante cada una de las etapas de planeación, edificación y operación.
“La comunidad que rodea los centros comerciales Gran Plaza tiene todo que ver con el corazón de la marca, siempre buscamos generar un especial aprecio y un vínculo sólido con la comunidad. Desde la misma concepción y construcción, la comunidad se vincula directamente con el proyecto, se generan empleos desde la construcción, se vinculan a los líderes comunales de cada una de las ciudades y en Bogotá a los líderes locales, alcaldías e instituciones que rodean el centro comercial”, explica Sánchez.
COMPROMISO CON LA CULTURA REGIONAL Y LOCAL
De manera silenciosa, los centros comerciales han trabajado constantemente por la cultura y la generación de valor para sus comunidades. Esto explica por qué se esmeran en desarrollar una agenda de eventos artísticos, culturales, históricos, sociales y de cultura ciudadana; que enseñan a sus comunidades inmediatas sobre diversos temas, desde ciencia y medio ambiente, hasta moda, gastronomía y artes; rescatan los valores e identidad de las regiones a través de actividades de la cultura ancestral y autóctona, ferias que exaltan las tradiciones regionales y festivales benéficos. También recrean escenarios maravillosos con atracciones inspiradas en cuentos infantiles, extintos dinosaurios, aventuras en el espacio y por supuesto, mágicas decoraciones interactivas para celebrar la Navidad.
Al respecto, Andrés Felipe Sánchez, Gerente de Centros Comerciales en Pactia, comenta: “Nuestros centros comerciales generan espacios para los grupos culturales que hacen parte de la comunidad aledaña, abrimos nuestros espacios para que puedan expresarse, mostrar su arte, exaltar el orgullo local. Por otra parte, en Gran Plaza somos una vitrina para los emprendedores locales, con eventos y ferias que les permiten comercializar sus productos, ampliar su red de aliados y capacitarse”.
CONVENIENCIA Y EXPERIENCIA
Las tendencias en comercio no han cambiado mucho en los últimos años, todas apuntan hacia la conveniencia y la cercanía con las comunidades. Convertirse en la solución integral a las necesidades cotidianas de la población que los rodea, es el máximo objetivo de los centros comerciales hoy en día.
Esta es la razón por la que siguen ampliando sus usos y ya no se limitan a un uso de retail exclusivamente. Los centros comerciales hoy no son solo lugares para hacer compras sino complejos desarrollos inmobiliarios que integran servicios de salud, institucionales y corporativos.
FUENTE: Inmobiliaria PACTIA SAS